Hermandad de la Borriquita
Cuaresma, tiempo de renovación
Cada año el Miércoles de Ceniza da comienzo a la Santa Cuaresma. La liturgia
de este día nos propone para la reflexión unos versículos del capítulo 6 del
Evangelio de San Mateo (Mt 6, 1-6. 16-18).
La Cuaresma es un tiempo de renovación o también podríamos decir: es un
camino hacia la libertad.
Para que sea un tiempo de renovación, un caminar hacia la libertad, podemos
y debemos apoyarnos en tres consejos:
1.
El ayuno.
Es una práctica antigua que ha quedado devaluada por el materialismo de la
sociedad en que vivimos. Un materialismo que nos ata y nos hace esclavos del
consumismo. Pero practicar el ayuno, aunque lo hagamos con moderación, nos
ayudara en primer lugar a ejercitarnos en el dominio de nosotros mismos, y
en segundo lugar nos puede ayudar a reflexionar que, en verdad, son muchas
las cosas que nos atan o a las que estamos atados, que lo material no sacia
del todo nuestra hambre, no nos deja del todo satisfechos, porque el hambre
que tenemos es hambre de Dios.
Hay veces que Dios está ausente de nuestra vida y estamos tan vacios, que
tenemos hambre de Él, aunque no nos demos cuenta.
2.
La oración.
Es junto a los sacramentos y la meditación asidua de la Palabra de Dios, el
alimento que va saciando nuestra hambre de Dios, nos va recordando y nos va
haciendo sentir hijos de Dios creados para la libertad.
Por eso la Cuaresma será un tiempo en que podemos y debemos cuidar todo lo
que nos permita escuchar al Señor, que nos habla y se hace presente en
nuestras vidas, queriendo que le sintamos cerca, regalándonos su amor y su
amistad, y transformándonos en una imagen suya cada día más autentica.
La oración nos hace crecer como personas espirituales y nos va haciendo
libres para el amor.
3. La limosna.
Es un modo de decir que vamos a compartir con los demás, pero sobre todo con
los pobres y más desfavorecidos, todo lo que somos y tenemos. Vamos a
regalar nuestro tiempo, nuestras cualidades, nuestro saber, nuestros bienes
que tantas veces nos sobran, para que también ellos tengan una vida renovada
en su dignidad y se alegren de ser amados y favorecidos con los bienes de
Dios, y tratados con el respeto y cariño de hermanos.
De esa manera la limosna nos hace libres de nuestro egoísmo, de nuestra
avaricia, del deseo descontrolado de tener, y nos abre, desde la
solidaridad, al amor del hermano.
La cuaresma es un tiempo para que el ayuno, la oración y la limosna ocupen
en nuestra vida el lugar que nunca deberían haber dejado de ocupar. Y de ese
modo será un tiempo de gracia que contribuirá a que durante todo el año se
haga realidad el proyecto de renovar nuestra vida y la de nuestra sociedad y
de la Iglesia, y así podamos alegrarnos y llenarnos de júbilo por los frutos
de salvación de los que hemos participado.
Pablo Peña Vinces
[ Página Inicio ] [Noticias] [ Artículos ] [Información] [Guías y Directorios] [Fiestas] [Agricultura] [Datos e Informes] [Planos] [Fotos] [ Gastronomía ] [Agenda] [Mapa Web ] [Enlaces] [Contacta conmigo]
@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2009 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA