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Fiestas del Santo Cristo
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ANTONIO POLEY POLEY. Cádiz y su provincia. Sevilla. 1.901.
Se halla situada al extremo Norte de la provincia y de la ciudad de Arcos, sobre la falda oriental del cerro llamado del Castillo.
Nada se sabe con certeza respecto a su fundación, perdiéndose su origen en la oscuridad de los tiempos. Se indica por algunos que fue fundada por el rey Espero o Héspero, del que tomó el nombre, y únicamente se sabe, por un documento que existe en el Archivo municipal, firmado en Toledo à 5 de Marzo de 1.527 por Carlos I de España y V de Alemania, que D. Fadrique Enríquez de Rivera, Marqués de Tarifa y adelantado mayor de Andalucía, era el dueño y señor de ella.
Posesionados los moros de esta villa después de haber sido conquistada por Fernando III el Santo, la conservaron en su poder hasta que fue recuperada por D. Alonso X el Sabio.
Las armas que usa consisten en un castillo con una estrella esculpida en su fachada, rodeada de esta inscripción: “ Soy Espera tan antigua como otra cualquiera”.
El casco de la población lo forman 27 edificios de un piso, 388 de dos y 2 de tres, distribuidos en calles tortuosas, siendo el caserío antiguo por lo general.
Espera pertenece judicialmente al Arcos; en lo militar a la comandancia de Cádiz y en lo eclesiástico al arzobispado de Sevilla. Se halla bien surtida de aguas, merced a la de varios manantiales que brotan en su término, siendo los más nombrados el de Márquez que nace a un cuarto de legua del pueblo, el de Pica, Gómez, Santiago, La Sanguijuela, el Mármol y Garbejo, todos muy abundantes.
Esta villa celebra en el mes de Septiembre su festividad principal, dedicada al Dulce Nombre de María y cuenta con dos escuelas, públicas, una para cada sexo. Su iglesia parroquial que está bajo la advocación de Nuestra Señora de Gracia, es de arquitectura greco-romana, toda de piedra y de una sola nave, mereciendo ser visitada por las bellezas artísticas que encierra, especialmente en las pinturas que se cree que son obra de Alonso Cano.
Sobre la colina en cuya falda se asienta la población, se eleva un antiguo castillo, del que a pesar de la solidez de su construcción, no se conservan ya más que sus ruinas, si bien existe en él una ermita, donde se venera a la efigie del Santo Cristo de la Antigua.
Su término que mide una extensión superficial de 123,13 kilómetros cuadrados, lo fertiliza el arroyo Salado, además de los manantiales antes mencionados, y confina al Norte con términos de Utrera (Sevilla); al Este con los de Villamartín y Bornos; al Sur con los de Arcos y Jerez y al Oeste con con este último y el de Lebrija (Sevilla). La mayor parte de sus montes son metalíferos, observándose à cada paso vestigios de fundiciones destruidas por el tiempo. Produce leña en abundancia, vino, aceituna superior en calidad, de la que se obtienen aceites muy estimados, trigo, cebada, habas, garbanzos, alverjones, yeros, escaña y buenos pastos para la cría de ganados, plantas medicinales muy raras. En el sitio denominado la Manchuela abundan las víboras.
Su principal industria es la agrícola, contando con varios molinos de aceite, una fábrica de jabón y otra de tejas.
El comercio consiste en la exportación, entre otros productos, de aceite, vino y granos.
Manuel Garrucho Jurado
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2007 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA
