Levántate pueblo de Espera,

levántate en cuerpo y alma

que viene un Cristo moreno

y de la Antigua se llama

Con qué amor lo van llevando
hombres que van de promesa
cargando sobre sus hombros
bajo tus trabajaderas.

¡Qué respeto, qué devoción!
Miradas que en Ti se clavan

unos te piden salud,
otros te piden trabajo
y otros la paz mundial.

 

¡Ay, mi Cristo de la Antigua!
Tan pequeñito y moreno

qué manos te tallaron
para hacerte tan perfecto.

Creo que fueron las de un ángel
un ángel que bajó del Cielo

y puso tu morada
en lo más alto del pueblo.

 

Francisca Romano Ramos